Verlo en su máximo esplendor, mi ídolo, mi modelo musical, personal, su presencia, su actitud, su forma de ver la vida, tan humano, tan normal, pero a la vez, tan diferente al resto.
Si hace 20 años, le hubieran dicho, estarás viajando por el mundo y te vitorearán, ese cocinero de profesión y que se la pasaba reparando tuberías en las ruinas de la Alemania Oriental, quizá se hubiera reído. Quizá no.
Ver a Till Lindemann y a Richard Kruspe, tan cerca, casi casi sentirlos, es algo indescriptible para mi. Y son una motivación mas para sobresalir en la vida. Dejando de lado el concierto perfecto en ejecución y en show, Rammstein (pronúnciese "Rammstain") para mi significa mucho mas: es la demostración perfecta que un puñado de personas de clase baja y sin futuro, ante la adversidad, lo obtienen, mediante el esfuerzo, la dedicación y el trabajo en equipo. Hoy viajan por el mundo, ayer, quizá, repararon su tubería, cambiaron su caja de fusibles, o cocinaron su plato de comida. Los sueños, son para aquellos que los persiguen y luchan por ellos. Y disculpen, pero yo, voy a perseguir el mío.
03 junio, 2011
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